Al aceptar los desafíos terrenales recordamos que nuestra verdadera ciudadanía está en los cielos, como menciona «Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y ansiamos con muchas ganas verlo regresar como nuestro Salvador» Un corazón ecuánime es capaz de amar y servir a los demás https://collinbzmyj.ja-blog.com/32490423/5-simple-statements-about-biblia-y-equilibrio-emocional-explained